Una pequeña hebra de ARN contenida en una proteína amenaza al mundo. Nadie es inmune ni a esta nueva enfermedad ni a los efectos de nuestra guerra contra ella. A medida que los casos de COVID-19 continúan aumentando, miles de millones ven su vida diaria interrumpida de manera dolorosa. Las escuelas y los negocios están cerrados, se pierden los ingresos necesarios, la salud está amenazada y el estrés aumenta. A la amenaza inmediata a la vida se añaden pensamientos de ansiedad sobre las consecuencias económicas, políticas y personales de esta pandemia.

La ilusión de seguridad y estabilidad ha desaparecido. Estamos descubriendo que todo lo que se necesita para que todo nuestro mundo se ponga patas arriba es un virus microscópico que se replica más rápido de lo que podemos detenerlo. Nos estamos dando cuenta de lo pequeños, dependientes e impotentes que somos.

Si somos honestos, estamos conmovidos hasta la médula. Muchas de nuestras creencias, esperanzas y sueños ahora están amenazados.

Esta desviación radical de lo normal está llenando nuestras mentes de preguntas:

¿Cuál será el alcance de nuestro sufrimiento? ¿Será posible volver a la normalidad cuando todo esto esté hecho?

Si hay un Dios, ¿dónde está él en todo esto? ¿Por qué está permitiendo esto?

¿Cómo quiere que respondamos? ¿Cómo quiere que yo responda?

Es normal experimentar miedo, incertidumbre y duda en momentos como estos. Pero no tienes que enfrentarte a ellos solo. Nuestro equipo de mentores dedicados está aquí para tí, dispuestos a explorar tus preguntas contigo, hablar contigo sobre tus miedos y ayudarte a enfrentar este día. No dudes en escribirnos. Es gratis, es confidencial y ayuda.




Este artículo fue escrito por: Issues I Face

Autor de la foto: SJ Objio