UNA TRANSICIÓN DIFÍCIL
Ellos discutían, pero no levantaban la voz ni lanzaban cosas.
Pensé que mis padres estarían juntos hasta que la muerte los separara, tal como lo prometieron en sus votos.
Recuerdo haberle dicho a mi padre en mi noche de bodas que él era mi modelo a seguir. Había estado al lado de mi madre durante su enfermedad, tal y como lo había prometido.
Mi esposa y yo nos mudamos y tuvimos hijos… y luego sucedió.
Pensé que mis padres estarían juntos hasta que la muerte los separara, tal como lo prometieron en sus votos.
Las discusiones se habían convertido en apatía, luego en una situación emocional, probablemente incluso física. Los padres a los que había admirado unos años antes como ejemplo de cómo debía ser mi matrimonio estaban en peligro de separarse.
Intenté ser un consejero, me involucré en sus problemas e intenté arreglar algo que llevaba años deteriorándose sin que yo lo supiera. Me dijeron cosas que nunca debí saber, perdí el respeto por mis padres al enfrentarme a ellos. Pero todos mis esfuerzos fueron una pérdida de tiempo, de todos modos, se separaron.
Mi padre terminó casándose de nuevo, y me convirtió en hermanastro. Luego, él y su segunda esposa se separaron.
Estoy agradecido por no haber tenido los problemas de “cada dos fines de semana” que tuvieron algunos de mis amigos, que de pequeños tenían dos habitaciones para vivir. Es diferente cuando sucede como adulto, pero todavía tengo la tendencia de culparme. ¿Podría haber hecho algo diferente para mantenerlos juntos?
Resulta que el divorcio tiene un ciclo. Las personas dicen que cuando el matrimonio de tus padres se disuelve, hay un alto riesgo de que le pase lo mismo al tuyo. Cada desacuerdo que tengo con mi esposa, por pequeño que sea, me trae ese pensamiento a la cabeza. Aunque he recurrido a los libros para descubrir cómo romper ese ciclo.
Es diferente cuando sucede como adulto, pero todavía tengo la tendencia de culparme.
Los días festivos y las vacaciones no volverán a ser lo que eran cuando todo era “normal” con mis padres, pero ya nos hemos acostumbrado.
Sin embargo, a veces sigo luchando con la sensación de que podría haber hecho más. Sé que era su problema, no el mío, pero esa sensación no desaparece.
Hablar de ello me ayuda, creo que también podría ayudarte a ti.
No tienes que enfrentar esto solo, Habla con un mentor, es confidencial.
Estos problemas pueden ser difíciles de enfrentar. Si estás considerando dañarte a ti mismo o a los demás, por favor lee esto!
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